Whisky




-Son las cuatro de la mañana, llevo 6 horas caminando por esta ciudad sin saber a donde ir, no tengo ganas de ir con mis amigos así que me prendo otro pucho y sigo caminando.

Después de caminar muy pocas cuadras veo un cartel que dice “Adivino”. No se porque pero me voy hasta el, lo miro y entro al lugar. Es un sótano y huele mal, ahí en el centro de la habitación está el “adivino”.

Este me mira y dice que no tiene nada para decirme, y me invita a tomar un vaso de Whisky. No tomo Whisky pero acepto, no se porque comparto mi tiempo con este extraño...

Me siento y el viejo empieza a mirar en su bola de cristal, se ríe un poco al levantar la vista hacia mí. Le pregunto que ve y me contesta entra risas que no hay nada en la bola de cristal. De repente, impulsado por una ira que me brota, me paro y le grito:

-No me mientas, decí la verdad!

No se por qué pero sé que me miente?

Me mira, se vuelve a reír y dice:

-¿querés saber la verdad hijo?, te voy a decir la verdad, tu alma se va a quemar en un lago de fuego.

Otro arrebato de violencia me viene al cuerpo, tomo la bola de cristal y le pego en la cabeza.

Empecé a correr, corrí por más de dos horas, es de día y estoy cansado, no recuerdo bien lo que pasó, vomito, me prendo un pucho y me siento en una plaza.

No me di cuenta, me quedé dormido, me queme el dedo con el cigarrillo.

Me voy para casa caminando, freno en un kiosco y me compro un pebete y mas puchos.

De camino a casa se me ocurre visitar a un amigo, ahora no quiero estar solo, siento que alguien me sigue.

Llego a lo de mi amigo y este me recibe con un abrazo y una sonrisa, pero al ver mi cara se asusta y me pregunta si estoy bien. Le contesto que no y me desmayo.

Me despierto, son las tres de la tarde, mi amigo se fue, me dejó una nota:

“Me fui a trabajar, servite lo que quieras, a la tres y media llega mi hermana, cuidala, o que te cuide. Que mejores, yo vuelvo en una semana, quedate en casa el tiempo que necesites.”

En un rato va a llegar ella, voy a ver la tele hasta que llegue.

Me sirvo un vaso de leche con chocolate, unas galletas y prendo la tele. Están hablando del viejo, por suerte está vivo, se ve que no le pegué fuerte, voy a tener que pasar a pedirle disculpas.

Escucho u ruido, se abre la puerta y entra Camila, la hermana de Mariano, está re buena.

-Hola Juan, ¿cómo estas? ¿te sentís mejor?, Mariano me contó todo.

-Hola Cami, estoy un poco mejor pero todavía me duele la cabeza.

-¿Querés que te haga un te o algo?

-No gracias estoy bien con la chocolateada.

-¿No te querés acostar en mi cama que es más cómoda que la de mi hermano?

-No gracias, en un rato me voy, no te preocupes, ya me siento un poco mejor.

-Bueno, como quieras, sabes que te podes quedar el tiempo que quieras o volver también.

Le respondo con una sonrisa y sigo viendo la tele.

Termino mi desayuno o merienda, ya no sé, tengo los horarios por cualquier lado, mejor me voy a caminar un rato.

-Cami voy a salir un rato, ¿querés que te traiga algo de la calle?.

-bueno pasate por el súper y compra carne así hacemos algo para comer a la noche.

Salgo y miro la calle, el sol me lastima los ojos, busco en mi bolsillo y me pongo mis lentes de sol.

Camino hasta que de repente me acuerdo y veo el local del viejo, entro y lo veo sentado ahí. Me mira y se ríe.

Esta vez no espero que me invite a sentarme y me sirvo un vaso de Whisky.

-Perdón por lo de anoche.

-Normalmente no perdonaría a alguien que casi me mata, pero vos sos un caso especial, así que te perdono.

-¿Por qué?

-Simple, ¿por qué te voy a condenar yo si ya estás condenado?

-Ah... eso..., no lo entiendo, siempre fui bueno, no le hago mal a nadie, ¿por qué yo?

-Porque lo heredaste, no te lo ganaste. Vení mañana y seguimos hablando, todavía me duele la cabeza.

Salgo, me siento raro, no se que es, mejor me voy a comprar la carne.

Cuando llego al súper no se que comprar, la voy a sorprender. Compro las cosas para hacer sushi, vamos a ver que tal sale.

Voy a la caja, pago y vuelvo para casa, es decir la casa de Mariano.

Toco el timbre, espero unos segundo y me abre la puerta Cami, está recién bañada y de bata, la veo más hermosa que de costumbre. Paso y dejo las compras arriba de la mesa.

-Che , compre las cosas para hacer sushi, para agradecerte por preocuparte por mí.

-Ah... bueno, que copado, bueno yo lo hago.

Me río y acepto. Creo que me estoy enamorando

Después de unas horas la mesa está lista, comimos bastante, estaba todo muy rico, salvo por las salsas queque hice yo.

-Che Juan ¿cómo andas de tu descompostura?

-Bien creo.

Pienso y aprovecho la situación.

-Aunque me estoy empezando a sentir mal.

-¿Enserio?, vení acostate en mi cama.

Me acuesto, veo que busca algo. Vuelve y dice:

-Toma esta pastilla te va a hacer bien.

Miro rápido y veo que son pastillas para dormir.

-No mejor no, no quiero tomar nada, gracias igual.

-Si te la tomas te doy un premio.

Como un idiota me la tomo sin decir nada, estoy enamorado, me duermo.

Me levanto, ya es de día, voy para el baño, abro la puerta y veo lo mas hermoso del mundo, aunque solo duro unos segundos. Está ella semidesnuda. Cierro la puerta, me siento avergonzado y a la vez contento.

-Voy a salir a caminar un rato.

Le digo desde afuera.

Salgo de la casa, esta vez me llevo un juego de llaves.

Voy derecho a lo del viejo, bajo la escalera y ahí esta el viejo y el vaso de Whisky.

-Bien, ¿ qué me vas a contar?

-Si te querés salvar tenes que descubrir la forma.

-Pero eso no me ayuda en nada.

-Vamos despacio, te voy a poner en el camino correcto para que puedas. Mira hijo, tu viejo le vendió tu alma al diablo y se fugó, por eso no lo conociste.

-pero sí lo conocí, y todavía vive en mi casa.

-Ese no es tu verdadero padre, pero ese no es el asunto, busca a tu verdadero padre y encontrá la forma de contactarte con el diablo para saber que quiere a cambio de tu alma.

Miro al viejo, me tomo el Whisky y me levanto.

Me voy sin decir nada, el viejo está hablando boludeces, parece que lo dejé mal del golpe en la cabeza. Pero hay algo raro en todo esto y no se que es.

Vuelvo a casa de Camila, me duele la panza del hambre.

Llego, entro y la veo sentada mirando la tele, me mira y se pone colorada.

-Perdón otra vez.

-Está bien, tendría que haber trabado la puerta.

-¿Querés comer algo?, por que yo tengo hambre.

-No se, hay que caminar.

-No, yo invito, pidamos algo.

-Bueno dale.

Todavía está avergonzada. Pedimos comida china, después nos fuimos a la cama juntos, la pasamos bien.

Me levanto al otro día con la mente despejada, veo a Cami que duerme profundamente, está desnuda, que hermosa.

Prendo la tele y veo en el noticiero que atraparon a un loco que se había escapado, lo miro bien, lo conozco, es el viejo, yo sabia que era un loco hablando boludeces.

Voy a la cocina, estoy en bolas, que raro, abro la alacena y veo una botella de Whisky, me sirvo un vaso y lo tomo, esa sensación de que hay algo raro, ya se que es, me está empezando a gustar el Whisky, que asco.


3 comentarios: (+add yours?)

Pupi dijo...

Nose quién estaba más loco si el viejo o el chabón ja ja ja ta muy bueno Coffee brother dale para adelante que te va a ir bien y por ahí en el futuro armamos una dupla copada ;) (acá si puedo postear porque los blogs no son como los flogs que son como una secta)

Martín dijo...

Son las cuatro de la mañana... casi. SOn las 4:27 de un lunes y no me acabo de levantar, así que ahora no lo voy a leer. Ya que estoy haciendo un trabajo para la facu y me traumé bastante, una sugerencia: subile el contraste entre el fondo rojo y la letra por amor a nuestra vista.


prometo leerlo, en estos días

Unknown dijo...

jajaj, lo más importante es EL GÜISKI.

Aguante.

Abrazo Coffee!!!

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